Los “candilillos” - una celebración única




El hallazgo del antiguo ícono de la Virgen María
A principios del siglo XIX la monja Pelagia estaba retirada en el monasterio de Quejrobunion (Kechrobounion) . A ella apareció en ensueño la Virgen María, indicándole el sitio donde tenían que excavar para llevar a la luz su antiguo santo ícono. La monja tuvo tres veces el mismo sueño hasta que fuese convencida. Así que, decidió referirse a las autoridades de la isla, que se hicieron cargo del hallazgo del ícono. Tras reiterados intentos fallidos, dejaron por un rato los tratamientos, de los cuales volvieron a tomarse cargo, con más esmero, después de la peste que atacó al pueblo de la isla de Tinos. El día de la bendición del agua, o sea el 1 de enero del 1823, durante las excavaciones por quitar los viejos fundamentos del antiguo templo paleocristiano para construir justo en el mismo sitio otro nuevo, brotó agua por un pozo seco, caso que fue tomado por milagro. El nuevo templo fue dedicado a la Dadora de la Vida. En un cierto momento, durante las excavaciones, el 30 de enero del mismo año, el azadón de un obrero originario de un pueblecito llamado Falatados, chocó y partió a dos el antiguo ícono, dejando intactas las figuras de la Virgen María y del Ángel. El gozoso mensaje  del hallazgo fue difundido a lo largo de la Grecia Revolucionaria y todos los fieles acudieron a peregrinar, contribuir financiáriamente al montaje del nuevo templo y ofrecer exvotos, mientras que las construcciones continuaban febrilmente.
 
Kolokotronis, Makrigiannis, Kanaris y otros eroes del levanatmiento griego contra los turcos (1821) cuentan entre los primeros peregrinos que acudieron a la isla.



Los “candilillos”
Se trata de una celebración que, por costumbre, prende lugar el 30 de enero en la capital de la isla, que representa la masiva asistencia de los peregrinos. Los habitantes acuden a la iglesia desde el rincón más lejano de la isla, con los candilillos encendidos a mano, para postrarse ante la imagen santísima de la Virgen María, dando así las gracias por el gozoso mensaje del hallazgo de su antiguo ícono.
 
En la tarde del 30 de enero, la Banda Municipal, los alumnos de la escuela primaria, intermedia y secundaria, los niños pequeños y los mayores, cada uno teniendo a mano un candil hecho de películas vistosas transparentes, salen del templo de la Virgen María y recorriendo las estrechas calles de la ciudad, cantan en marcha himnos por este gran festival de Tinos.

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